La fidelidad es uno de los aspectos fundamentales y comúnmente esperados en una relación de pareja, aunque pocas veces se conversa entre las partes qué es la fidelidad para cada uno, qué es lo que se espera del otro, o bien, qué está y no está permitido dentro de su relación en función de la fidelidad, sino que se da por supuesto. Esto por lo general es aprendido cultural y socialmente, o a través de creencias y costumbres familiares.

La infidelidad es mantener relaciones emocionales, afectivas o sexuales fuera del vínculo oficial previamente establecido con una persona, sin embargo, la percepción de infidelidad varía de una persona a otra. Por ejemplo, para alguien que su pareja vea pornografía junto con la masturbación puede ser un acto infiel. Por otra parte, para otra persona el utilizar redes sociales para mantenerse en contacto con alguien más podría ser infidelidad. Por lo que la infidelidad se considera como cualquier acto de violación ante los fundamentos de una relación de pareja establecida.

En la actualidad, con la tecnología al alcance de nuestras manos en teléfonos móviles y demás dispositivos electrónicos, los índices de infidelidad han aumentado significativamente; ya que estas facilidades hacen más accesible los actos infieles a través de relaciones afectivas o información con contenido sexual como lo es el sexting o cybersex.

Consecuencias de la infidelidad

La infidelidad está claramente asociada a la depresión y la ansiedad, además de generar conductas destructivas en la persona al descubrir actos infieles de parte de su pareja. Entre ellos cabe destacar:

  • Cognitivas – Pensamientos recurrentes respecto a lo ocurrido. Los cuales pueden llegar a interferir en la adecuada capacidad de concentración y atención para un adecuado funcionamiento.
  • Conductuales – Actos agresivos o violentos en contra de la pareja, la tercera persona o sí mismo al descubrir la infidelidad. También la separación inmediata del infiel, la hipervigilancia y control de la actividad del infiel.
  • Emocionales – Sentimientos abrumadores de tristeza, enojo, ansiedad, depresión, humillación, desconfianza, etc.
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Luego de la infidelidad

 

Estas consecuencias y más, surgen a raíz de la pérdida de estabilidad y base segura que una relación proporciona. Sin importar la duración de la relación, la persona iniciará un proceso de duelo tras la pérdida de la misma.

Es sabido que cada uno atraviesa un duelo de manera distinta, no obstante, existen cinco fases del duelo de acuerdo al modelo Kübler-Ross, estas son: negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. Luego de la superación adecuada del duelo se espera que la persona afectada por una infidelidad logre el perdón hacia el infiel y logre concluir satisfactoriamente el ciclo de dicha relación.

El perdón consiste en el cambio de cogniciones y conductas destructivas y negativas por otras constructivas en dirección a quien causó el daño. Por lo que, si el proceso del perdón se realiza adecuadamente, se modificarán los sentimientos negativos hacia el infiel. Cabe destacar que perdonar no implica olvidar el pasado y el daño realizado. Igualmente, no implica de forma obligatoria la reconciliación, sino que se refiere a la aceptación del acto infiel y el cese del desgaste emocional tras el mismo.

Entre las preguntas frecuentes que se hace una persona tras sufrir de una infidelidad es si es posible o no mantener la misma relación de amor que se tenía con su pareja. La respuesta dependerá de la manera en la que se vaya dando el proceso de superación, sin embargo, toda relación dañada requerirá de una reestructuración para poder avanzar adecuadamente.

Aunque las personas que han sido infieles afirman que la infidelidad no fue algo positivo, muchos consideran que trajo consecuencias positivas a su vida y a su relación. Por ejemplo, el establecer prioridades, aprender a comunicarse asertivamente y establecer relaciones de pareja más íntimas tras la reestructuración de la relación, o bien en nuevas relaciones.

 


La información de este artículo está basada en la siguiente bibliografía:

Canto, J., García, P. y Gómez, L. (2009). Celos y emociones: factores de la relación de pareja en la reacción ante la infidelidad. Athenea digital: revista de pensamiento e investigación social, N. 15 p. 39-55, ISSN 1578-8946

García, J. (2010). La recuperación de la pareja después de la infidelidad. Recuperado de: http://www.psicoterapeutas.com/ terapia_de_pareja/infidelidad.html

Zumaya, M. (1994). La infidelidad. Consejo Nacional de Población. Antología de la sexualidad humana. México, D.F, Consejo Nacional de Población.

Imágenes tomadas de:

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