Los celos son una emoción que se hace presente en algún punto de las relaciones de pareja. Las personas sienten celos cuando la relación en la que se encuentran adquiere valor para el individuo y se percibe una amenaza ya sea real o imaginaria sobre la relación con la persona amada. Este es un tema común y de mucho interés para algunas personas que han tenido experiencias tanto positivas como negativas. Día a día continúan perpetuándose creencias erróneas que llevan desde conflictos de pareja hasta el final de dichas relaciones.

En la mayoría de las situaciones tendemos a ser radicales y evaluamos bajo las etiquetas de bueno y malo sin comprender los fenómenos en su totalidad. Los celos son una combinación de pensamientos, sentimientos y comportamientos que varían de persona a persona. La aparición de los celos en una relación es un componente común que ocurre entre las parejas; no obstante, la intensidad, frecuencia y manera de responder a los celos, son variables importantes en el desarrollo de una relación de pareja sana y adecuada.

 

1. Es malo sentir celos

 

Los psicólogos evolucionistas plantean que los celos son una respuesta natural y completamente normal que ha transcendido a lo largo de nuestra existencia, no solo en los humanos sino también en algunos animales. Esta respuesta innata evolucionó como mecanismo adaptativo ante el peligro que representaba perder a la pareja con quien se tenía asegurada la reproducción; si esto sucedía, ambos sexos se enfrentaban con riesgos relacionados a su descendencia.

Actualmente, los celos continúan siendo parte de las respuestas emocionales que surgen cuando una de las personas percibe que el compromiso de la relación está amenazado por un rival. Los celos traen consigo otras emociones poco agradables como el enojo, angustia, tristeza y humillación, las cuales generan una experiencia negativa para quienes se sienten de esta manera.

Es importante recordar que los celos no se presentan de la misma forma en todas las parejas. No es lo mismo añadirle una cucharada de azúcar a la taza de café para sentir mejor el sabor, que excederse y terminar añadiéndole cuatro cucharadas más. No hay nada de malo en sentir celos cuando alguien se interesa en tu pareja cuando esta tiene una apariencia y personalidad atractiva; sin embargo, cuando este sentimiento se intensifica, no se controla y no consigues resolver este asunto con tu pareja, los celos pueden acabar dañando la relación.

 

2. Es mejor guardarme los celos y no comentar acerca de ello.

 

Muchas personas aún creen y sienten que compartir la manera en que se sienten con otros los coloca en una posición de debilidad. Esta forma de pensar y actuar termina siendo perjudicial para la salud emocional del individuo debido a que vive este tipo de emociones de forma solitaria, las reprime y termina acumulando todas esas experiencias desagradables. Eventualmente, esto suele tener repercusiones en la misma relación al contar con este malestar interior.

A pesar de que sea difícil en un inicio, hacerle saber a tu pareja cómo te sientes es una mejor opción. La comunicación es esencial, no solo en las relaciones de pareja sino en cualquier otra. Comunicarle sobre los celos que estás sintiendo y qué los originó te permite crear un diálogo y buscar las mejores soluciones para la situación a la que te enfrentas. Además de fomentar la confianza con tu pareja por medio de la comunicación, estarás previniendo conflictos futuros.

 

3. Los celos son un signo de amor. Si no hay celos, no hay amor.

 

Equívocamente se han asociado estas dos palabras: celos y amor. Aunque ambas se encuentren bajo un mismo contexto, una no es determinante sobre la otra. Si bien, los celos pueden manifestarse en una relación amorosa, estos no son el resultado del amor que hay entre la pareja, sino del miedo que se tiene por perder a una persona que ha cobrado valor e importancia. De este modo, sí es posible que exista el amor sin los celos. Estas relaciones comúnmente se caracterizan por personas con un grado adecuado de estima, confían en sí mismos y en su pareja, hablan y comparten abiertamente sus pensamientos y sentimientos y demuestran su interés y amor por el otro.

 


La información de este artículo está basada en la siguiente bibliografía:

Malach, A. (1998). Romantic Jealousy Causes, Symptoms, Cures. New York: Routledge

Shackelford, T. y Goetz, A. (2012). The Oxford Handbook of Sexual Conflict in Humans. New York: Oxford University Press

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